martes, 8 de junio de 2010

¡Tisa!


"¡Qué nombre más feo le han puesto a la pobre! ¿No se lo podemos cambiar?" - Pensé yo la primera vez que escuche eso de "Se llama Tisa". A mi nunca me han faltado ideas para nombrar a un perro, o a cualquier otra mascota. Si adoptara uno por cada nombre que tengo en la cabeza, o que se pasa fugazmente un día cualquiera, necesitaría un arca como la de Noé pero tamaño Porta-aviones.
Incluso pensé un buen día en empezar a cambiárselo, y usar de esos nombres mi favorito: Dakota. Y cuando así la llamaba ella obedecía y venía. Supuse que sería por el tono con que la llamaba, pero no, curiosamente si usaba ese tono para llamarla de cualquier otra forma no obedecía. Decidí dejar de probar suerte para no liar a la pobre y quedarme con eso que tanto repetía la gente que la paraba por la calle "¡Qué nombre tan bonito tienes!". A parte que "Dakota" ya tenía reserva para una futurible Dalmata, Boxer, o incluso mi primogénita (si es que algún día se produce esa descendencia).
Así que tras ser definitivamente adoptada por mi, sin posible carta de deportación, en lo que se convirtió Tisa fue en mi musa fotográfica. Las primeras pruebas no dieron mal resultado, pero les faltaba la eliminación de la profundidad de campo, y para eso tuvo que llegar la 50D. Con ella todo fue mucho más sencillo y tras unas pocas pruebas esta se convirtió en mi primera foto firmada. Por supuesto el disparo se realizó en RAW y con los conocimientos básicos hice un ajuste del tono, saturación y balance de blancos.